Ahora los vínculos están atravesados por la tecnología. En los famosos, siempre expuestos, este fenómeno se exacerba.
Por Delfina Tremouilleres
Hace diez años, la vida de Carolina Ardohain era un diamante en bruto para las revistas de celebrities que peleaban por conseguir toda la privacidad de sus asuntos amorosos. En esta nueva era, la intimidad de la modelo sigue siendo un anzuelo para el público, pero ella misma lo gestiona. Con anuncios parroquiales en sus redes sociales, todos se enteran de su estado civil. Cuando terminó la temporada, publicó en Twitter: “Con Pico Mónaco decidimos separarnos, estamos tristes porque dimos lo mejor de cada uno y no funcionó”. Su última “enemiga” mediática, Nicole Neumann, siguió los mismos pasos y avisó -con fecha incluida- cuándo se había separado de su novio, Matías Tasín, en sus historias de Instagram.
“El fenómeno actual que estamos viendo, en el que la vida de las celebrities pasa por las redes sociales, es la intersección de dos cuestiones. Por un lado, se da una creciente exposición de la vida íntima de las personas por Internet -sean famosas o no- porque las redes sociales son una extensión de la forma en que nos vinculamos socialmente. Hoy no se puede tener vínculos tradicionales sin un teléfono”, analiza Tomás Balmaceda, filósofo y periodista especializado en tecnología.
“Pero también estamos viviendo una especie de bisagra con respecto a la manera tradicional en la que se conoce la comunicación y la comercialización de esa comunicación. Los famosos tienden a comentar sus propias novedades con su estilo, a su manera, cuidando esa narrativa, esa story-telling, con sus redes sociales”, agrega Balmaceda.
Amor millenial. En tiempos de aplicaciones para conseguir citas y WhatsApp para dejar parejas, los vínculos están atravesados por la tecnología. En los famosos, siempre expuestos, se exacerba. Así fue como Oriana Sabatini y Paulo Dybala blanquearon su romance. Cada uno subió a su historia de Instagram una imagen de un personaje animado que completaba la del otro. El resultado: una pareja besandose.
Pero las redes también sirven para aplacar roturas de corazón y Sol Pérez aprovechó el espacio. Reflexiva, escribió en Twitter después de separarse: “Escoge a quien te mire como si fueras magia”.
Declaraciones fugaces y rupturas 3.0 son moneda corriente en la web.Todo un síntoma de época: fracasos y picardías pasionales suceden a través de una pantalla.
fuente: https://noticias.perfil.com/
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