He visitado otros países y sus habitantes me decían que riqueza que tiene Argentina, hoy me encuentro en una incongruencia total. Mientras cae el precio del combustible, en Argentina aumentó (Cuarto anual, y ocurre porque están atados a la devaluación del peso) y en Misiones se abona el precio más caro. Gracias país generoso, y gracias a la paciencia de las personas. Este impacto se sentirá tanto en el índice de inflación de mayo y complicará las negociaciones salariales (paritarias aún abiertas) afectando el consumo.
Nadie entiende el aumento, pero se entiende que afectará a miles de personas y pagarán las consecuencias los estacioneros porque ya se vio menos vehículos haciendo colas en las expendedoras.
Según analistas especializados en el tema "Lo que intenta el Gobierno es seguir en esta tónica de apurar todos los aumentos posibles en este momento para dejar de hablar de precios a fin de año", mientras tantos los argentinos seguimos apretando el “trasero” en la silla para no movernos ni un milímetros a fin de digerir la situación de crisis que nos involucraron nuestros alegres gobernantes, tanto el actual como el que se fue.
Ahora bien en lo que se refiere a los mensualeros "La clave está en lo que vaya a pasar con los salarios", y considero que existen dos caminos: "la actual recesión puede morigerar los pedidos de aumento o los sindicatos salen a pedir por la pérdida del poder adquisitivo en el primer semestre”. En lo que a mi respecta y con la tranquilidad del misionero que no hizo siquiera escuchar su voz seguiremos “durmiendo la siesta, ya que nos conformamos con sobrevivir. Y hablar le desgasta al misionero que voto a lo mismo por años”. En otro ámbito aumento el cigarrillo (40%), por suerte de eso nadie hablo porque según el envase “DAÑA LA SALUD” y el gobierno en el juego macrabro de aquellos que se auto-flagelan con ese daño, le aplico una mayor presión fiscal.
“Bueno a sacar la bicicleta que junto a caminar hace bien a la salud”
Bien sabemos que el ajuste permanente en los surtidores es una secuela de la devaluación de diciembre. Las refinadoras de combustibles venden su producto en pesos, pero pagan por el petróleo en moneda local pero atada al valor del dólar. Además, el precio local del barril de crudo está por encima del internacional, producto de un acuerdo entre las empresas con el guiño del Gobierno para no frenar aún más la actividad petrolera en la Patagonia.
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