Seamos sinceros, en invierno preferimos realizar actividades más cómodas y relajadas y eso hace que abandonemos algunas rutinas que durante el verano hacíamos de forma enérgica, especialmente aquellas relacionadas con el culto al cuerpo y a la vida sana.
Los grandes culpables
Estamos a mitad de año, la carga laboral pesa más, el estrés y las preocupaciones llenan nuestros pensamientos y sólo queremos descansar. Muchas de las veces estos son los factores que llevan a las personas que van al gimnasio a tomarse un “break” en la temporada de invierno. Junto a esto, el mal tiempo y las bajas temperaturas hacen más fuerte este deseo de descanso. Frustración por no ver cambios
Además de los agentes externos que pueden hacer que una persona deje de entrenar en el gimnasio, también es importante considerar un punto trascendental en la motivación de alguien que ya tiene el hábito de ejercitarse cotidianamente, y esto tiene que ver con los avances personales.
Por lo general, quienes desarrollan rutinas en el gimnasio ven los cambios más notorios durante los primeros meses, sin embargo puede ocurrir que en ese transcurso se provoque una especie de “estancamiento” a nivel físico, es decir, que no hayan progresos o retrocesos visibles.
“Es muy normal que se presenten estas especies de estancamientos y por lo general ocurren porque la persona aplica el mismo estímulo siempre, por lo que no se reflejan avances notorios.
Tips para motivarse con el gym
El invierno no puede ser una excusa para que la gente abandone el deporte y la vida sana:
1. Consigue un “partner” para ir contigo a entrenar: Ir acompañado al gimnasio es una buena táctica, pues el simple hecho de tener que juntarte con alguien para ir a hacer ejercicio, hará que no abandones esta carrera e incluso se generará una especie de competencia entre ambos, lo que al mismo tiempo te motivará a seguir.
2. Identifícate con tu gimnasio: Esto se puede conseguir creando redes sociales con las otras personas que van a entrenar. No es necesario que hagas amigos, pero al menos trata de generar lazos con quienes asisten al recinto. Una buena forma es a través de las clases grupales, donde te convertirás en una pieza fundamental del equipo.
3. Tener objetivos reales: Plantearse metas a corto, mediano y largo plazo es una buena estrategia para ser constante y también para ir palpando los avances físicos. Lo importante es que sean objetivos reales y que se cumplan, como bajar cierta cantidad de kilos o tonificar ciertas zonas de tu cuerpo.
4. Prueba todos los servicios que tiene tu gimnasio: Ir al gimnasio no sólo implica seguir rutinas dirigidas en base a ejercicios y pesas. Es conveniente que también te abras a otras opciones que salgan de lo normal. Por ejemplo, hay gimnasios que tienen piscinas y saunas; esto puede ser una buena forma de motivarte a ir a quemar calorías, y luego relajarte.
Por ultimo no olvides el gym recomendado por la revista…. Saludos.
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